sábado, 26 de abril de 2014

AGUA RESIDUAL

Las aguas residuales pueden definirse como las aguas que provienen del sistema de abastecimiento de agua de una población, después de haber sido modificada por diversos usos en actividades domesticas, industriales y comunitarias, siendo recogidas por la red de alcantarillado que las conducirá hacia un destino apropiado. (Mara 1976).

Las agua residuales también se conoce como aguas servidas en las Normas para la clasificación y el control de la calidad  de los cuerpos de agua y vertidos o efluentes líquidos ( Decreto No 883) (1995, octubre 11). Gaceta Oficial de la República de Venezuela, 5023 (Extraordinario), Diciembre 18, 1995 en el articulo No 2, define aguas servidas: "aguas utilizadas o residuales provenientes de una comunidad, industria, granja u otro establecimiento, con contenido de materiales disueltos y suspendidos"
Características de las aguas residuales
 Origen
Así de acuerdo con su origen, las aguas residuales pueden ser clasificadas como:
§  Domesticas: son aquellas aguas utilizadas con fines higiénicos (sanitarios, cocinas, lavanderías, etc.) Consisten básicamente en residuos humanos que llegan a las redes de alcantarillado por medio de las descargas de las instalaciones hidráulicas de la edificación y también en residuos originados en establecimientos comerciales, públicos y similares.
§  Industriales: son residuos líquidos generados en los procesos industriales. Poseen características específicas, dependiendo del tipo de industria.
§  Infiltración y caudal adicionales: las aguas de infiltración penetran en el sistema de alcantarillado a través de los empalmes de las tuberías, paredes de las tuberías defectuosas, tuberías de inspección y limpieza, cajas de paso, estructuras de los pozos de registro, estaciones de bombeo, etc. Hay también aguas pluviales, que son descargadas por medio de varias fuentes, como canales, drenajes y colectores de agua de lluvias.
§  Pluviales: son aguas lluvias, que descargan grandes cantidades de agua sobre el suelo. Parte de estas aguas es drenada y otra escurre por la superficie, arrastrando arena, tierra hojas y otros residuos que pueden estar sobre el suelo.

De acuerdo con el tipo de agua residual que colectan, los sistemas de alcantarillado pueden clasificarse en:

§  Sistema único o combinado: las aguas pluviales y las aguas residuales domésticas son transportadas conjuntamente por el mismo sistema.
§  Sistema parcialmente separado: en este sistema es admitida en la red apenas la fracción de las aguas pluviales provenientes de las viviendas.
§  Sistema completamente separado: las aguas pluviales y las aguas residuales domésticas son conducidas en líneas independientes. 

Según Azevedo Netto y Álvarez (1973), las principales ventajas del sistema completamente separado son:

§  Permite la construcción por partes independientes (colectores sanitarios, donde sea conveniente e independientemente, galerías de aguas pluviales, donde sea necesario).
§  Facilita la construcción por etapas, de acuerdo con la disponibilidad y conveniencia financiera, asegurando mejores condiciones de vialidad.
§  Presenta mejores condiciones para el empleo de tuberías industriales de más bajo costo y más fácil instalación.
§  Presenta mejores condiciones para mantener tensiones tractivas mínimas en las tuberías.
§  Puede ser asentado en las vías públicas no pavimentadas y sin lecho definido.
§  Asegura mejores condiciones para el control de la contaminación de las aguas que se van a tratar, reduciendo el costo de las plantas de tratamiento.

Características cualitativas y cuantitativas
La primera medida al comenzar el examen de datos para la elaboración del diseño de un sistema de tratamiento de aguas residuales se relaciona con la determinación de la cualidad y la cantidad de residuos que serán encaminados a la  planta de tratamiento, para que sea posible un dimensionamiento más próximo a la realidad, y no basado apenas en datos obtenidos de la bibliografía.
Las características de las aguas residuales domésticas son determinadas a partir de una secuencia de procedimientos que incluye mediciones locales de caudal, colección de muestras y análisis e interpretación de los resultados obtenidos. El conjunto de esas actividades se denominan caracterización cualitativa y cuantitativa de las aguas residuales, Hanai (1997).
La composición y la concentración de los componentes de los residuos domésticos dependen en gran medida de las condiciones socio económicas de la población, así como de la presencia del vertimiento de efluentes industriales en la red de alcantarillado. En regiones industrializadas, la fracción de residuos industriales presentes en el agua residual doméstica puede ser bastante significativa, alterando por completo las características de los mismos.
Características cualitativas

Las aguas residuales domésticas están constituidas en un elevado porcentaje (en peso) por agua, cerca de 99,9%, y apenas 0,1% de sólidos suspendidos, coloidales y disueltos. Sin embargo, esta pequeña fracción de sólidos es la que presentan los mayores problemas en el tratamiento y su disposición. El agua es apenas el medio de trasporte de los sólidos.





Fuente: Tebbutt 1977.

Características cuantitativas
Contribución per cápita. Relación agua/agua residual
La contribución de las aguas residuales domésticas depende fundamentalmente del sistema de suministro de agua. El agua usada en las viviendas es encaminada posteriormente a las instalaciones prediales, dirigiéndose luego a las redes de alcantarillado. Hay, en consecuencia, una nítida correlación entre el consumo de agua percápita de agua y la contribución a la red de alcantarillado.
El consumo per cápita es un parámetro extremadamente variable entre diferentes sitios, dependiendo de diversos factores. Tsutiya y Além Sobrinho (1999) citan los principales:
Hábitos higiénicos y culturales de la población.
Cantidad de micromedición del sistema de suministro de agua.
Instalaciones y equipos hidráulicos.
  Control ejercido sobre el consumo.
  Valor de la tarifa y existencia o no de subsidios sociales o políticos.
 Abundancia o escasez de manantiales.
  Intermitencia o regularidad del abastecimiento de agua.
  Temperatura media de la región.
  Renta familiar.
  Disponibilidad de equipos domésticos que utilizan agua en cantidad apreciable.
  Índices de industrialización.
  Intensidad y tipo de actividad comercial.

Tradicionalmente, los caudales de aguas residuales se estiman en función de los caudales de abastecimiento de agua. El consumo per cápita mínimo adoptado para el abastecimiento de agua de pequeñas poblaciones es de 80 l/hab-día, pudiendo alcanzar un máximo de 150 l/hab-día. Para ciudades con población superior a 100.000 habitantes, el valor mínimo usualmente adoptado es de 150 l/hab-día, Mendoca (1997).
      Campos (1994) cita que los valores generalmente adoptados para el coeficiente de consumo de agua per cápita varían de 150 a 350 l/hab-día.
La relación agua residual/agua se denomina coeficiente de retorno “C”. El coeficiente de retorno es la relación entre el volumen de las aguas residuales recibido en la red de alcantarillado y el volumen del agua efectivamente proporcionado a la población. Del total del agua distribuida, parte de ella no entra en el sistema de alcantarillado. En el caso de las aguas residuales domésticas, esa agua es desviada para lavar los vehículos, las aceras y las calles, para la irrigación de jardines y parques públicos, para llenar los radiadores, para la utilización en piscinas, y parte de ella se infiltra en el subsuelo, etc. En las industrias, parte del agua se destina a la alimentación de calderas de vapor, pudiendo ser empleada también en varios procesos de fabricación.
Determinaciones más significativas
       La temperatura: Es de particular interés si se desea precisar la magnitud de la serie de parámetros vinculados al campo del tratamiento de las aguas y los procesos naturales de autodepuración, determinar los valores de temperatura necesarios para estimar el comportamiento de los procesos aerobios o anaerobios que en esos casos se aplican o intervienen. Además, porque la mayor o menor intensidad de las reacciones químicas y procesos biológicos dependen de la temperatura del ambiente o medio en donde ellos se manifiestan.
     La turbiedad: Nos permite tener una idea de la cantidad de materias extrañas en suspensión que pueden estar presentes en las aguas residuales, en especial: arcillas, limo, materia orgánica finamente dividida, plankton u organismos microscópicos. Se utilizan mayormente, para apreciar la calidad de los efluentes de las plantas de tratamiento. Por otra parte, razones estéticas y de desinfección están muy ligadas a la turbiedad acusada por los efluentes cloacales que se vierten.
    El color: En líquidos cloacales, generalmente, refleja de parcialmente la magnitud de su concentración, las condiciones mismas del líquido relacionadas con su envejecimiento y la presencia en ellos de residuos industriales. Es de particular interés en los efluentes de plantas de tratamiento cuando son vertidos en masas hídricas receptoras.
   Olores: En líquidos cloacales, especialmente, muestran el grado de septización del líquido residual: fresco, rancio o séptico. Esto es de particular interés cuando se trata de precisar la necesidad de aplicar al agua residual ciertos tratamientos adicionales o el prever el comportamiento de otros en función a tal circunstancia. El olor, además, puede indicar o hacer sospechar la presencia de ciertos residuos industriales de interés para el ingeniero, cuando se trata de establecer antecedentes que ayuden a fijar los métodos de acondicionamiento y estabilización de estos despojos.
   Residuos: La determinación de los residuos en líquidos cloacales es de enorme valor y significación, ya que, como ha de exponerse y discutirse más adelante en este libro, los residuos presentes en las aguas usadas son los que, en gran proporción, comunican las tantas condiciones indeseables, agresivas, de los compuestos que se tratan de eliminar, a través de las distintas operaciones y procesos del tratamiento. Además, porque permiten  determinar las modalidades de operación requeridas por las unidades que procesan los lodos separados durante esos tratamientos.
    Sólidos totales, fijos y volátiles: La materia sólida presente en los líquidos residuales (residuo de la evaporación de la muestra), que mide la concentración y estado físico de las constituyentes del líquido cloacal, es de interés para determinar la presencia de aquellos, sólidos que por su naturaleza le comunican propiedades indeseables al agua.
    Su concentración permite predecir, en base a la eficiencia de las distintas etapas del tratamiento que se estimen como necesarias, el mayor o menor grado de purificación esperado.   
    La determinación del pH: En aguas usadas, cuando se conoce la existencia de descargas de aguas residuales industriales en el sistema, permite predecir, a “grosso modo”, el comportamiento esperado por ese líquido residual cuando es sometido a tratamiento; además, la oportunidad de exigir, en un momento dado, una neutralización de las descargas industriales que provocan el fenómeno.
    Cloruros: En la forma de ion de Cl es uno de los aniones mayormente presente en los líquidos cloacales, ya que proviene de una de las sales más frecuentemente utilizadas en la dieta del hombre (cloruro de sodio) y porque aparecen en muchas ocasiones en lugares cercanos al mar, asociados con las aguas de infiltración que a través de las juntas de tubería del sistema de recolección se incorporan al sistema, cargadas con este anión. Su presencia, además, puede suministrar, en sí mismo, una información adicional sobre la mayor o menor concentración del líquido residual, y en las aguas de recibimiento puede constituir un índice indicativo del mayor o menor grado de polución de las mismas.
    Los sulfuros: Cuando son determinados en líquidos cloacales, nos permiten conocer acerca de las siguientes formas significativas: sulfuros totales H2S, HS, sulfuros disueltos (remanentes después que los sólidos suspendidos han sido removidos por floculación y decantación) e hidrógeno sulfurado no ionizado (calculado con la concentración de sulfuros solubles y el pH de las muestras). Esta determinación, a su vez, puede ser de interés para conocer sobre el comportamiento del líquido cloacal y sobre su mayor o menor estado de septización. Esto último de interés, cuando se considera la posibilidad de aplicar a las aguas residuales, pretratamientos que conviertan el despojo en un líquido más fácilmente tratable.
    Nitrógeno: La determinación del nitrógeno en sus distintas formas (nitrógeno orgánico, amoniacal, de nitritos y nitratos) en aguas residuales es de particular interés en el tratamiento de aguas cloacales:
    Oxígeno disuelto: El oxígeno disuelto (OD), en líquidos cloacales, puede indicar el grado frescura o ranciedad de estas aguas, como también la necesidad de preverles o no facilidades para un adecuado control de sus olores. Es considerado, en unión con el análisis de la demanda bioquímica de oxigeno, la determinación más significativa para los líquidos cloacales y para las aguas receptoras. En efecto, indica, entre otros: el estado de septización y potencialidad de los líquidos cloacales en producir malos olores; la calidad de las aguas receptoras en aceptar o no determinadas formas de vida acuática necesaria para mantener un equilibrio ecológico del sistema y como fuentes productoras de alimentos; y para estimar la actividad fotosintética de las masas hídricas.
    Demanda bioquímica de oxígeno: Esta determinación es, hasta el momento, la de mayor significación dentro de los análisis aplicados a las aguas residuales y las masas hídricas receptoras. La DBO, en conjunto con la demanda química de oxígeno, es capaz de evaluar la materia, responsable de la polución de las aguas naturales en forma más exacta aún que la que se obtiene a través de la determinación de los sólidos totales contenidos en aguas polutas.
      De acuerdo a su definición: cantidad de oxígeno requerido para la respiración de los microorganismos responsables de la estabilización (oxidación) de la materia orgánica a través de su actividad metabólica en medio aerobio, la demanda bioquímica de oxígeno representa indirectamente una media de la concentración de materia orgánica biodegradable contenida en el agua. Como consecuencia de una actividad biológica, la DBO está influenciada, principalmente, por los factores tiempo y temperatura
     Por lo mencionado, la DBO puede y es usada frecuentemente para conocer el poder polucional de los líquidos que acusan tales demandas. Indica los requerimientos de oxígeno molecular que las aguas suelen suplir para que la descomposición pueda llevarse a cabo bajo condiciones aerobia: aguas sometidas a tratamientos biológicos, o receptores a los cuales deseamos preservar parcialmente su contenido de oxígeno disuelto por las razones dadas anteriormente en este capítulo.
      Así entendida, la DBO es, a su vez y de por sí, el parámetro más utilizado para evaluar la eficiencia de los tratamientos que se aplican a los líquidos residuales. Cualquier reducción de su contenido presupone una eliminación parcial (o transformación) de la materia orgánica presente en las aguas negras y, en consecuencia, una reducción de su poder polucional.
       Demanda química de oxígeno: Por presentar una medida de la cantidad de materia carbonosa contenida en los diferentes tipos de materia orgánica presentes en aguas residuales, es utilizada, al igual que la DBO, como una expresión de poder polucional de un agua. En especial, de aguas residuales, mayormente industriales, que contienen compuestos tóxicos a los microorganismos responsables de la descomposición de esa materia orgánica putrescible o no, cuyo interés, en nuestro caso, es fácil imaginar.
       La demanda química de  o (DQO) está basada en el hecho de que todos los compuestos orgánicos (con raras excepciones) pueden ser oxidados a dióxido de carbono y agua mediante la acción, en medio ácido, de agentes fuertemente oxidantes. Por esto, los valores de la DQO son mayores a los correspondientes de la DBO de la muestra, y están en proporción a la mayor o menor cantidad de materia orgánica biológicamente resistente a ser oxidada. Es de gran interés determinar este parámetro  en los casos en que se contemplan tratamientos de ciertos despojos líquidos industriales.
      Relaciones entre la DBO y la DQO: Para un determinado líquido residual, generalmente, es posible establecer la relación entre su DBO y su DQO, con valores mayores a la unidad, indicativa de una porción de las sustancias orgánicas oxidables por el dicromato – aquéllas que ejercen una demanda química de oxígeno – no son biodegradables o relativamente resistentes a la degradación biológica.
     En esta relación, cuando se mantiene para un determinado líquido residual más o menos constante dentro de ciertos límites aceptables, puede ser utilizada para cálculos rápidos de la DBO del residuo. 
      Organismos Vivientes: De acuerdo a la composición de las aguas residuales y a su mayor o menor concentración, puede parecer asociados con ellas  una gran cantidad de organismos vivientes en especial bacterias, algas, protozoarios y otras formas inferiores.

  Bibliografía

APHA-AWWA-WPCF: Standard Methods for the Examination of Water and Waste- Water (1960). Nueva edición, 14a (1075)
Azevedo Netto, M y Alavrez, G.A.(1973), Manual de Hidraulica, Vol II, 6ª ED, Editorial Edgar Blucher, Sao Paulo Brasil.
Engenharia Hidráulica e Sanitaria da Escola Politecnica da Universidade de Sao Paulo, Sao Paulo, Brasil.
Hannai, F.Y.(1997), Caracterizacao Qualitativa e Quantitativa de Esgotos Sanitarios, Dissertacao (Maestrado), Escola de Engenharia de Sao Carlos, Universidade de San Paulo. Sao Carlos, Brasil, 235 pp,
Mara, D,D. (1976), Sewage Treatment in Hot Climates, John Wiley Sons, Londres, Inglaterra
Mendoca, S.R. (1977), Parámetros Básicos para Elaboraco de Projetos de Sistema de Abastecimiento de Agua, Cacepa , Joao Pessoa, Brasil.
Mijares, G. R (1978). Tratamiento de Aguas Residuales (segunda edición), Ediciones la Vega, Caracas Venezuela.
Tsutiya, M,T, y Alem Sobrinho, P. (1999), Coleta e Transporte de Esgoto Sanitario, Departamento de 





















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